Trabajo en la Universidad de los Andes
El trabajo de “una empresa docente” comenzó con la preocupación por las dificultades que existían en la Universidad de los Andes con el primer curso de matemáticas para estudiantes de Ciencias Sociales. Esta preocupación llevó a un grupo de profesores a trabajar en un diseño curricular alternativo para este curso. Este diseño se alejaba de la aproximación que se había venido usando y que consistía en hacer un repaso rápido del álgebra y la trigonometría del colegio. El nuevo diseño buscaba presentar algunos temas de las matemáticas como motivo de reflexión con el propósito de desarrollar en el estudiante su capacidad de identificación, definición, análisis y resolución de problemas de las ciencias sociales. Como consecuencia del trabajo realizado en este curso, este grupo de profesores fue encargado en los semestres subsiguientes de los otros dos cursos que constituían el ciclo de matemáticas para estudiantes de ciencias sociales de la Universidad. En cada uno de estos cursos, se realizó un proceso de innovación curricular sistemático y reflexivo.
Durante los primeros años de nuestro trabajo, nosotros ignorábamos la existencia de la comunidad de Educación Matemática. Esto significa que nuestro trabajo era producto de nuestra intuición, nuestro conocimiento y nuestra experiencia didáctica. Este trabajo no tenía ningún fundamento teórico o conceptual diferente de nuestras propias visiones sobre las matemáticas, su enseñanza y su aprendizaje, visiones, éstas, que hacíamos explícitas tanto en los borradores de los libros de texto, como en los documentos descriptivos de los proyectos.
Al analizar, en retrospectiva, estos procesos de innovación curricular, consideramos que ellos se aproximan en algunos aspectos a los lineamientos de la investigación–acción. Eran procesos recurrentes en los que se daba el bucle de reflexión, diseño, puesta en práctica, observación, evaluación y análisis. No obstante, al no conocer la existencia de la comunidad de investigación en Educación Matemática, no podíamos pretender hacer parte de ella y, por lo tanto, buscar que nuestro trabajo fuera reconocido. Esto se expresaba en nuestro poco interés por difundir, publicar y presentar a la crítica (excepto entre los mismos miembros del grupo) nuestro trabajo y en un esquema intuitivo de evaluación basado en las sensaciones y opiniones de los profesores participantes sin que se hubiesen realizado procesos sistemáticos de evaluación de los programas que tuvieran como soporte empírico el rendimiento de los estudiantes. Durante esta época, no publicamos trabajos y presentamos muy pocas ponencias en eventos. Tampoco conocíamos los trabajos de otros investigadores y, por consiguiente, no podíamos fundamentar el nuestro en esquemas conceptuales y metodológicos existentes. Finalmente, nuestra preocupación se centraba en el diseño y el desarrollo curricular, más que en la exploración de fenómenos particulares de la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas. Sin embargo, este trabajo tenía dos cualidades que hay que resaltar de nuevo: era sistemático y reflexivo. En todo caso, dado que estábamos producción materiales para los cursos, decidimos iniciar nuestra actividad editorial.